lunes, 8 de diciembre de 2014

lLa casa es mamá

XIV
Amalia lavaba y planchaba pañales todo el día. Para papá tu voz sonaba remota, casi inaudible, se derretía todo el tiempo. Desde mi maternidad añosa te comprendí con las entretelas de mi corazón y me dolieron hasta los tuétanos de mis fatigados huesos. Como contrapartida gustabas de los dulces, hermosa mujer, de la risa franca y sobre todo de conversar sin prisa ni pausa, niñica mía, criada por tus abuelos andaluces, compañía, sí, pero lejos de tu madre y de tus hermanos tan extrañados y esa nostalgia de la casa paterna que jamás te abandonó. Te acordás de esa noche que hablamos por teléfono hora tras hora, papá estaba en el sanatorio y cuando quedaste sin él nos acostábamos en las siestas calurosas, una tendida al lado de la otra solo para hablar y más hablar. Buscabas la alegría con coraje solo para vencer al miedo de estar sola, aunque nunca tomaste el control de la vida te fuiste cuando quisiste irte, como un pañuelo que se deshila... y no es poco para alguien sensible y vulnerable, casi sin piel.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Veinte años

XIII
El tiempo ha volado lejos del día de tu muerte, en este primero de diciembre de 2014. Lector de siempre, elevabas lo bajo. Donde estabas partías el aire. Tu presencia hacía que nada falte, cuando te fuiste hasta a mamá arrastraste. Trabajabas para mantener las cosas completas. Vivías frente al viento norte, la precordillera guardada por el zonda, el río enturbiado por contrabandistas. En el patio de la casa familiar hasta la sombra de los paraísos te extrañan leyendo: La Nación. Ahí somos sacudidos cada vez que palpamos tu vacío. La galería más que nunca echada a tu lado proyecta una luz desvalida. No estás olvidado, en nuestras cobijas te abrigás, resguardándonos protector. Cerca tuyo nada ocurrirá aunque el viento sea fuerte. Cómo convertir el polvo en aliento y que brille con sangre en el corazón... En la memoria repica tu: su cinto no tiene plata, ni pa pagarme mis recuerdos... no venga a tasarme el campo con ojos de forastero...

domingo, 30 de noviembre de 2014

Fin de semana largo

XII
Siempre moviendo hacia la ternura, tu ser diminuto que no quería saber nada con internet, solo añora la radio y el repasador, mientras siento en mis espaldas el castigo con el diario doblado. Había que corregir la desobediencia altanera, el no haber aprendido a cerrar la boca a tiempo, el pretender la posesión de la razón infantil... hay que domesticar a la insurrecta, formamos un arco entre las dos orillas, mi corazón te musita al oído, ya cósmico, no hay afuera del amor, ya lo sabés, ¿no?

viernes, 14 de noviembre de 2014

Ya no estoy tan triste

XI
En mi cartografía actual, se acentúa mi predilección por los márgenes y el canon de lo que venía haciendo se desmorona con los días presentes. Me declaro íntima e impostergable insurrecta, oscura y humilde en el suburbio de mi existencia, acá ya no uso todas las palabras del diccionario, con la sangre en el ojo, ya casi periférica hasta de mi propio cuerpo no sé lo que hay que hacer. Los días se tornan precarios mientras miro las nuevas olas. Yo ya soy parte del mar. Al borde del apagón necesito un himno de apertura que huela a tilo florecido.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Las voces


X
Animales disfrazados de hombres pasan por la vereda mientras aturde el zorzalito en en el tilo reverdecido en respuesta al sonido penetrante y odioso de la cortadora de césped que destroza el silencio de la casa entera. Es el momento que aparecen ellas: voces verticales, voces horizontales y por qué no, voces diagonales. Será por eso que cada dos por tres se pilla pensando habría que buscar otra forma, que cuándo abandonaría el doble cuaderno, el oficial y el otro, que había acabado el tiempo de pelear para leer ciertas cosas... pero la micro , ahora es con su propio cuerpo la cosa, resistencia continúa. Acaba por soltarse del canto del pájaro  penetrante y agudo, del hombre que cortaba el pasto, se acurruca en su corazón y acompaña la partida de Rita. Qué triste esta todo cuando todo esta de luto.

La herida

IX
¿Por qué una guitarra iluminada por muchos colores, una gastadísima campera raída de invierno, un ronroco oliendo a una amapola a la siesta y unas patas de rana mitad grises, mitad celestaes ocupan el pecho entero? La ausencia de su guitarra pintada con sus Cristos de carne y hueso es su vacío total. Acerca su plato al de ella, coloca su mano huesuda sobre el niño por llegar en su vientre que crece y crece sin descanso, dicen que ya se fue... y cuando parten cerramos la puerta mi compañero y yo. Entonces empezamos a remeterle la ropa en su lecho al caer la noche.

lunes, 20 de octubre de 2014

Todas las escuelas, la escuela

VIII
Cada amanecer siento venir los pedazos de mosaico que me tira el último sueño. Con la distancia la escuela se decanta y la última imagen es la de acomodar la frazada en los pies y en las esquinas del colchón para que no se destape quien está descansando o dormido, así con innumerables camas de plaza y media en espacios embaldosados y con muy buena ventilación, entonces me doy cuenta, ya despierta de que la escuela que yo viví vino después y que es ésta de dar y recibir las cosas así natural y que no me dio otra cosa que la vida entera y este borde de no querer medir a todos con la misma vara  pero tampoco abrir la puerta de par en par a las necesidades individuales. Mi cuerpo más alto y más sano que ahora, no arrulla mi temblor estremecido.

sábado, 4 de octubre de 2014

Nunca estamos solos

VII
Este mes viene fuerte, andábamos buscando una zona de inmunidad, un lugar donde se esté a salvo... Hoy es viento de lluvia, de cielo encapotado y miles de hombres y mujeres que caminan hacia la casa de la Madre, allá en Luján. A ella los jóvenes le cantan con sus gargantas de leones, yo apenas deletreo con estas palabras que a veces mataría, pero me quedo justo en el borde, ahí al filo del silencio y no me arrojo. Las cosas que fueron nuestras ahora pertenecen al reino de lo perdido, no lo podemos reconstruir pero sabemos que sabemos que estuvieron ahí, solo que ahora no lo podemos ver. Cada uno de nosotros está lleno de hombres y mujeres idos, de otras respiraciones pretéritas que dicen, quizás por eso siento que hay vestigios de una voz que no es la mía.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Necochea era una fiesta

VI
Nos  pusimos la casa al hombro, buscábamos mi compañero y yo ir  como dice el CHE : por la libre, nos fuimos a vivir a Necochea y también viajamos como nuestros ancestros, pero hacia adentro de nuestro país, al sur. Así nos desgarramos con la partida hasta aquel sueño dorado de tener el trabajo y la vivienda en la playa, cerca del mar. La posibilidad se  cruzó más temprano que tarde, y Necochea fue nuestro París, un lugar donde queríamos estar, un trabajo prestigioso, un colegio alemán... Pero ese tiempo dejó de existir y hoy vivir, vivimos en San Miguel y la desesperación por construir con los jóvenes nos la brindó José C. Paz y todos los de nuestro oficio -docentes de treinta años atrás- creíamos que podíamos hacer algo. Pisamos tierra allí y descubrimos que había jóvenes que luchaban por los otros, que los chicos están vivos, resistiendo a las injusticias, haciendo, modificando esta realidad cuyas piezas rechinan para llegar hasta donde podíamos y no terminar en la derrota. Por eso ahora que realizo un ejercicio cotidiano de supervivencia se me da por sentir que el IGP era una fiesta.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Historias mínimas

IV
Ella escribe cartas porque descubrió que se puede escribir como se habla. Así lo hace con su lenguaje llano, sencillo, un poco arcaico quizás en las formas de encabezamiento, despedidas, tratamiento del interlocutor, sobre todo cuando son destinatarios relevantes. En la escritura se sostiene con su letra sin inclinaciones y redondeada con esmero. Le presta su voz a las voces silencidas de su congregación religiosa, anuncia y denuncia con valentía la maquinaria espantosa de dominación y exclusión de la que son objeto, grita a los cuatro vientos sin saber que el poder las volvió invisibles y también inaudibles. No da ni pide cuartel, sus cartas llenas de belleza y espanto no son la sal de la tierra, su palabra heroica como múltiples hilitos de sangre anda buscando una visión tan de lo alto que los hombres en la distorsión de la luz artificial no pueden ver. Acá la hermana no encuentra un lugar donde estar a salvo. Me golpea fuerte que la escritura sea su resistencia. Por eso hermana cuando te leo en silencio, mi silencio esperanzado está lleno de admiración.

V

mi historia desciende al bajo fondo
de una vida disuelta en el deber ser
así ando perdida sin poder volver
solo me recobro cuando me puedo leer
pero solo distingo algunas hebras,
una que otra manía,
y un montón de desamparados del mundo
que me sonríen
como mis más prehistóricos
antepasados
qué hacer con ellos
dónde meterlos
ay, vida
se te ven los hilos
al contraluz

Historias mínimas

                                                                                                                                                                    I                                                                                                                                                                    Trabaja incansable cada día del mes, estuca las paredes, corta el pasto, hace las compras y cuando llega el tiempo de parar con tanto cemento, tanta pala y más pincel saca sus libros donde prepara un programa nacido de su práctica y estudio y se sigue construyendo. Quién podrá darle lo que es suyo, un silencio de fracturas parte su corazón. Habrá que hacerle un lugar a lo que su sueño vislumbra.

II

Anda donde hay espacio
perdida por el día
las tareas cotidianas                                                                                                                                   ocupan sus manos
mas no su corazón
memorioso,
a veces desesperado
otras de piedra seca
ya mira el día con extrañeza
ya teme lo inesperado.
Cuando cierra sus ojos
es para latir
por su compañero.

III
Pasan los días
uno enlaza con otro
siempre a la espera
que afloje la cuerda
que no se tense aún más
y este cuerpo triste
es negro
en el blanco de la ola.

IV

Es duro sin pedir nada
regar el jardín del vecino...
Aprendo de la lluvia
da a todos por igual
puse un techo a mi casa
pero estoy empapada
de nostalgia y recuerdos.
Su corazón es viejo
como los tiempos
y cala hasta los huesos.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Sarmiento, padre del aula

No puedo dejar mis acciones en la escuela, solas, desnudas, despojadas, por eso le pongo palabras. Todavía, salgo otra vez de lo administrativo para preguntarme qué tipo de orden construíamos en ese adentro cotidiano del colegio secundario recién fundado.Y en la respuesta aparece nítida un  orden que nos sacara del caos, de la mazorca doméstica, que nos anclara en la palabra que hace, que genera transformaciones. Nos arreglábamos con lo que había, nos movíamos bien en el barro, casi mejor que en el asfalto, en lo metódico, lo reproductivo, no sabíamos de las fotocopias, solo originales. Nos ensuciábamos, pero no nos domesticaban. Teníamos mucho de maestros, más que de preceptores, de disciplinamiento. Siempre huí de los bancos atornillados al suelo, de los dispositivos de fijación y control de los cuerpos en el aula, latía por detrás de cada uno de nosotros, todos, una enorme confianza en las personas formadas por el poder de la palabra. Una certeza-pocas en verdad teníamos-demoledora nos respaldaba,la de que donde se terminan las palabras,va a venir la violencia. Había una idea de instalar una cosa, otra escuela, en lugar de la escuela, de idas y vueltas, la frontera la vivíamos como un lugar de pasaje, de vaya y venga, de comunicación. Par ir cerrando propongo un brindis para mis colegas del IGP en el mes de la educación.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Los curas no te quieren

Intentá de nuevo, fallá de nuevo,
fallá mejor,
así batalla cada día
contra el resultado adverso.
No importa la lluvia
ni el techo roto
ni el lago infatigable
de tu cocina.
Te levantas esperanzada
sin importarte
que te ignoren a muerte
cómo van a quererte
tristes funcionarios
grises piedras
de una iglesia sedienta.
¡Oh, hermana vieja!
còmo van a quererte
arregladora ninguneada
de niñitos rotos.
Pero nosotros
somos más
y juntos entraremos a la tierra.

jueves, 4 de septiembre de 2014

y yo desperté queriendo soñarla


de aquella escuela nada más queda
solo las almas ligeras                                                                                                                               de quienes formábamos, en fila,                                                                                                                 tomando distancia hasta el cuerpo de adelante
cuanta ilusión
nos encontrábamos en esa mágica rayuela
y cada corazón decía oh, oh, esplendor
qué alegría en este lugar todavía
somos vos y yo
la tierra y el cielo.

Círculo infinito

 Los días y el dolor te hacen más sensible, más lúcido y más vulnerable. En aquel tiempo en que lo  conocí no estaba enamorada, primero fue una relación de trabajo, mezcla de admiración y de leal    competencia, y ese gusto de medirse con alguien que tenía tela para cortar el vestidito de la
 nena.Como un zarpazo me inundó la desmesura de su amor,que no comenzaba ni terminaba nunca, así  me abrió la puerta de su casa y desde entonces soy un náufrago aferrado a un madero, en medio de  aguas inciertas. Es mi lámpara a sangre, cómo no voy a cantar una canción.Ay, aunque sea una solita.

martes, 2 de septiembre de 2014

La otra

Desde hacía una semana que le estaban preparando la fiesta de cumpleaños a la hermana de la congregación Auxiliares de Jesús, setenta y siete años cumplía la peregrina del barrio de la capilla de Muñoz. La capilla florida cantaba por cada uno de los presentes. Antes de la misa,la otra hermana se paró sobre la luz de los sencillos bancos de madera y a voz en cuello con su entonación guaraní dijo, con el sacerdote ya parado en el altar...                                                                                                                                                                     y por nuestro padre fundador,                                                 las hermanas Fortunata, Emeteria, María Elena Raquel, mi hermano enfermo y la unidad de la Iglesia... Estas intenciones de un solo golpe hicieron nacer las palomas en el centro de la celebración eucarística. Después con sus esperanzadores cantos,con los tres frascos de dulce casero de mamón almibarado que trajo para compartir, se dedicó a llenar de transparencia el aire.

domingo, 31 de agosto de 2014

Escribí lo quieras

Así le dejé la página en blanco con la más temible de las consignas, aquella soledad del día plano sin atractivos ni anuncios interesantes que podrían ser un rescatito. Arisco y pesado como está últimamente comenzó a desgano y después dar mil vueltas, también un poco fastidiado comenzó a llenar de palabras la hoja sin renglones de mi cuaderno azul araña. Escribió hasta que la luz del día lo levantó de la cama. Cuando lo leí, para mi sorpresa, mi cuerpo escribió en chino. Una vez más me había dejado afuera.

Malhaya mi suerte

Cae la tarde sobre mi patio de pasto crecido.
La penumbra arropa al tilo mutilado, al fresno amputado y al pino verde que no preocupaba al bueno de mi vecino.
La brisa un poco más fresca obliga a cerrar las ventanas, a correr las ya desteñidas cortinas.
El silencio se impregna con el olor inolvidable del anochecer de un día domingo.
La casa entera se agazapa para esperar el futuro.
Ay, no puedo clarinear
el mañana será para todos mejor.

domingo, 24 de agosto de 2014

No me puedo escribir

Borroneada, tachada, corregida me hallo esta mañana.Mi cuerpo-cuaderno ya no es una hoja en blanco, pero se resiste mojado, cascoteado, zamarreado, tenaz en su respuesta de no querer abrir los ojos ni pispear la claridad retardada por la tormenta. Tendremos batalla me digo cuando me siento y bajo los pies al piso de baldosas rojas. Hoy me toca escribir con las venas,el domingo de la roca hace su entrada triunfal.

miércoles, 20 de agosto de 2014

La visita

Sus mañanas de los días de semana, de esos días ordinarios que todos los días vive, tienen un único afán más allá o más acá de las tareas domésticas que cada jornada emprende con valentía y esperanza, sí,  llegar a la otra orilla por eso rema que te rema...hasta que escucha la llave añorada por las horas y su voz saludando desde la puerta.Así por un ratito recupera el escenario soñado y se sienta a conversar con la recién llegada, cosa del cielo parece. Cuando se marcha inventa alguna compra para caminar tomada de su brazo una cuadra más.

viernes, 15 de agosto de 2014

Otra salida

Antes de la vigilia recorrió con su compañero de mapas ilusorios los amplios, luminosos y despoblados cuartos de la casa paterna, cartografía de tan anhelada que ya era nostalgia demorada. Se detuvo en los retratos empotrados, sombras de quienes ya se fueron avisando con holgura que partirían, nadie lo hizo de improviso aunque cuando lo hicieron, en las habitaciones atronó el espanto del último día. No encontraron los familiares muebles, ni muchos roperos de este tiempo, solo en las paredes se atesoraba la vida de los habitantes antiguos, enormes vitrinas custodiaban las piezas...Salió al patio para darse de lleno con grupos de personas dispuestas como almácigos alrededor de una ollita de cobre calentada  sobre un brasero semi enterrado en el suelo rectangular. Había tiempo y las palabras caían y caían casi derramadas por el frío amanecer.Despertó adivinando los pasos del cuerpo que estaba a su lado mientras escucha ese susurro diciendo hay que soltar la esperanza como una ola quemante.

jueves, 14 de agosto de 2014

La voz

 Sonó en las entretelas de su corazón, la voz casi susurrada para cobijar la otra voz áspera, casi rota por el polvo alucinado de los rostros, necesitó escucharla con el cuerpo entero dos veces, en una no cabía tanta fidelidad al mensaje com-partido. Entonces se dijo, quedó mejor así, suena a la pura voz del corazón desnudo. En la sencilla hoja de cuaderno aparecía su letra de siempre que tampoco quería ser otra.

sábado, 9 de agosto de 2014

Fiesta aniversario

Amaneció con una niña entre las piernas a quien tenía que cortarle y coserle un vestido_ justo a ella que en costura hacía la o con un vaso_ a su lado una adolescente lloraba sin pausa señalándole una herida cosida como matambre  mientras musitaba cómo seguimos, más atrás un joven hablaba muy dolido con algunos mayores preguntándole y ahora qué, cuando recuperó la cordura se dijo, claro, hoy es la fiesta del 25 aniversario del colegio.

Mutación cromosómica

Llegaron al consultorio media hora antes del turno para registrarse.La la atención venía demorada como la mayoría de las tardes anteriores de los meses de los dos años que participaban de esta ceremonia. Los rostros algunos conocidos, el infaltable pañuelo, gorra, gorrito, turbante más o menos colorido, la bolsa azul intenso del laboratorio de rigor, el bastón, la silla de ruedas o el brazo del compañero, los estudios indicados y la mirada cómplice en los rostros.Comenzaba el disciplinamiento con el que eran recibidos, el aprendizaje de ser pacientes, tarea mucho antes iniciada y trabajosamente asumida; y a veces penosamente transitada. Reconocieron, como desde hacía tiempo también a un colega de trabajo,hoy desentendido casi desconocido. Ella asombrada cuando su nombre apareció en pantalla debajo del de Rubén, le dijo para sus adentros, vos y yo tenemos el mismo tipo de cáncer, por vos conocí a mi amor, qué rara suena la musiquita, ¿no?  

Carta abierta

Carta abierta a la comunidad escolar del Instituto Giovanni Pascoli de José C. Paz, con motivo de sus
25 años de trayectoria pedagógica

   Con fragmentos de realidad tejimos una historia de diferentes o iguales, de los unos con los otros y así vivimos un nosotros que nos permitía cada día bajar del cerro para aprender a ser plenamente humanos.
   Con cambios y luchas trajinamos cada hora de clase para brindar formas de enseñanza que mejoraran la situación de cada estudiante superando sus condiciones adversas o de insuficiencia crónica.
   No compensábamos los déficits de la falta de... ni considerábamos a los adolescentes como sistemas insuficientes, sencillamente trabajamos por su emponderamiento para lograr aprendizajes potentes y relevantes.
   Absorbidos, ignorados,
pulverizados, engarzados
en estas márgenes difusas
transcurrían nuestras jornadas, cooperando y aprendiendo todos juntos, porque juntos somos más inteligentes.
   Otra no puedo ser
                       y todavía estoy bajando del cerro.
                                                       Abrazo esperanzado.

                                                                                          Directora fundadora










 

jueves, 7 de agosto de 2014

La lección

_¿ Y tu maestro, qué sintió?, la voz afónica le preguntó, con algo mezcla de dolor y de cansancio
_ Ser la última basura, reconoció con su voz delgada y última.
_ Entonces, no te quejes, apoyáte en tus hermanas y ponéte de pie otra vez, ni de perfil ni de costado, de frente como sos, ni grande ni primera, sino pequeña y débil.
    Se colocó el alba y salió a predicar el reino, ése que vendrá pero ya está en el corazón de cada uno y de cada otro.En ese rincón del mundo se volvió signo de reparación y emblema de fidelidad.

Un puñado de basura

Está en un agujero y no puede salir. Solo es un puñado de basura, justo ahí donde cayó su corazón cuando lo tiró por la ventana. Me voy, chau corazón, te dejo, más no podés doler.Piso las telitas de tu alma, hoy no puedo romper tu límite, perdí,corazón asesino, quedé sin aliento y justo hoy me niego a levantar la bandera blanca.Dan ganas de patearte sin asco y mandarte a la cucha.Así se va, antes busca una cuchara para terminar de vaciar su pecho despoblado.Ya es del bando de los vencidos.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Esta casa

Cansada y sucia por la lucha de la vida cotidiana, ésa que parece el último subsuelo del día, y con hambre,
no espera ni banquetes, ni castillos. Se acostumbra quizás a ver solo las zonas enfermas y ya no combate solo al polvo, lo hace suyo porque ella también no sabe por dónde, pero siempre entra igual que el polvo.
Quizás sea por eso su anhelo sea llegar a esta piedra y poder sentarse,  
y su ruego sea no abandonarse a la dureza de esta vida.                                

jueves, 10 de julio de 2014

A amar se aprende amando

Te vestiste de blanco radiante para colocar a tu rey en la custodia santa.
Luminosa frente a los hermanos reunidos, tanto que hacías doler.
La cabeza semi inclinada, la eterna sonrisa casi anunciada y tus manos curtidas
obraron el preciso prodigio.
Lo entronizaste en medio de los cuerpos suplicantes
en este mundo ancho y ajeno.

Dos manos juntas

Dos manos juntas no construyen nada.
Solo son dos.Uno solo y otro solo.
Si se atan dos corazones, soledades se quitan, muros se derrumban.
Y el polvo se levanta en cualquier sótano.

No me preguntes cuándo contestará monseñor

Las hojas ruinosas del tilo llegan hasta la puerta de mi cocina.
La niebla de la mañana empaña los vidrios de los cuartos ahora vacíos.
La noche desapacible con más anticipación se presenta.
La espera marchita los rostros ya ajados.                                                                                                     El viento con ganas de ser feliz sigue de largo.
Nosotros no viajamos.
Barremos igual que todos los días.
Somos prescindibles.
Sobrevivientes. Legionarias desechables.
Vendrán tiempos mejores.
No hay problema.
Nos quitarán este corazón de piedra
 y nos pondrán uno de carne
para esperar la respuesta.


Lejano río amado

A veces, muy de vez en cuando, sueño maravillada que él planta su corazón dentro del mío y como un árbol reverdecido brilla allí. El sendero está cubierto de flores, una luce en mi cabeza y la llevo de un lugar a otro, solo por esparcir su fragancia azul en el claro espejo de la mañana. La tierra está regada de clavelinas, pero yo cuido una rosa en la vereda fina que desciende hacia el río.

A la suerte de la aguja

A hora y a deshora
no sé para qué
siempre llegando tarde
a la otra cara, el otro lado,
andando por este páramo                                                                                                                             en fuga y en caída
y este fuego que arde
solo con el aire
        con el aire.
¡Ay, ser entera de este mundo,
ay, estarme amando
y basta.

jueves, 22 de mayo de 2014

Semilla, planta, semilla

Y queremos comer un día una buena comida.
Ella está en la clandestinidad del mundo hasta que se una al amado, entonces se habrá roto el extrañamiento del estado de espera. Con su letra de menuda pluma escribes los nombres de todos los que te piden que reces, hermanita ninguneada, por salud, pan, amor, cuidado, abrigo, compañía, alivio, ¡ay, tantas carencias como corazones astillados!, ¡ay tus vecinos, a quienes das sostén, enferma como estás! Así fugitiva como andás salís al encuentro de cada quien, porque no se trata de mí sino de vos y cada día comienzo con mi amén y salgo tras de ti.
Hoy quiero recorrer tus hazañas en mi vida, ya sé que no basta caminar para vivir...entraño los días poblados de otras hermanas, la mesa grande del comedor comunitario acompañada de pechos blancos, firmes, el aleteo aveces enloquecido por tanto canto, gritos ahogados, monsergas antiguas, los montones de preguntas inútiles que nos quitaban el aliento, el cesto perfumado de sol de sábanas y  toallas que doblamos en el recreo después de la cena comentando lo más llamativo de la trabajosa jornada, no hay miedo ni nostalgia, solo pura paz...un mero tiempo de estar con los otros...una olita me alcanza para ahogarme.Nuevamente los recuerdos quiebran el frasco de alabastro de su memoria.

jueves, 1 de mayo de 2014

Una estrella y una luna

Cuando llueve finito y apenas las gotas casi no alcanzan a humedecer las hojas caídas, pensaba en vos, Susana. Acá adentro de mis venas estás en todo tu esplendor. Había tanta vulnerabilidad que disfrazar, tanta discontinuidad que enmascarar a paso firme... me extinguía en tu luz sin pronunciar palabra, mis ondas sonoras no llegaban hasta el lecho sub-acuático donde morabas. Pero es peligroso hablar de los dos, nieblas de probabilidades. Las nubes, torrentes huyendo hacia más vida, cataratas caóticas, formación de escuelas que vuelan..."a dónde, Susana San Juan". Tu imagen, plural. Éramos dos y el agua te cobijaba, desnuda, entera, casi feliz. Desde la playa pedregosa esperaba que salieras viva, palpitante otra vez así como te soñaba en mi infancia poblada de murmullos blandos confusos.Solo mis ojos te veían, tu imagen una pregunta "saldrás como una mariposa"...

Un resto

Darlo todo por Amor y ya no tener nada más que dar. Y"que hermoso es todo esto" y "tus palabras son las mías porque comparto tu voz y tu voz acomodándola con la mía se auna y somos una sola voz que aprende cada tarde a implorar al Divino Espíritu".
Cada una dejaba su casa necesitada de las otras mujeres. En esta Pascua de la Resurrección con mayor entrega y fecundidad incendiaban sus oraciones frente a la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II. Una corriente de cooperación, de unidad, de rebaño. Eran una sentadas en círculos alrededor del Resucitado y su Madre, la esclava del Señor como estaca atravesada al pie del madero. La revolución interior, dejar la rutina de todas las tardes para dar ese gran salto por la Esperanza del triunfo.
No suenan monótonas las letanías elevadas al Señor de los Ejércitos, por su Hijo muerto por los demás. Ya todas las mujeres llegaban antes del horario, ya cada una colocaba las intenciones sobre el altar iluminado por las cuales se ofrecían las coronillas de cada martes, ya encendían los candiles, cuatro y no dos, ya entronizaban la Santa Custodia en el epicentro del universo del barrio   lleno de doradas hojas cósmica, ésta es la primera etapa (la preparación) que tiene el matiz del misterio compartido y del que tiene dos túnicas dé una al que no tiene ninguna y qué más. Comenzaba la celebración del sí permanente , por lo más sencillo, por lo más fácil, por el Padre Nuestro, haciendo un lugar en la posada para ellos porque el niño ya casi nacía. Y sacarse estos ojos que no ven, y cambiarse estos oídos que no oyen... Ay, cómo no creer en esto que pasaba frente a sus propias narices. La tarde iluminada inundaba el círculo sin llanto y sin escombros.
                                                                                                viernes 25 de abril de 2013

El vaso de su corazón

Atada estaba a esa casa amada. Buscaba su propio bosque..."allí donde los troncos y las piedras me enseñarían lo que no me diría nunca un maestro". Recibía cada aurora con la misma sonrisa con la que saluda a cada hermano. Con el corazón retorcido, sin festejos ni andadores resistió en su desierto encerrado.                                                                                                                                                    ¡Oh, mi reinita, tus lágrimas me arrastran.                                                                                                  En tus ropitas ya no anochece la tierra.                                                                                                                                                                        ¡Oh, mi elegida,!.
Sus ojos risueños los reúne, después.
No hay ghetto, ni traición desertora.
Sin señales milagrosas,                                                                                                                                                                  ni costado traspasado,                                                                                                                                   ni manos llagadas...                                                                                                                                                                   sus ojos creen    su corazón ve.
                                                                                                                                                                                                                                                 
                                                                                                                                                                    Para ella                                                                                                                                                                    no existe demasiada muerte.

Ya estoy aquí

Dónde estabas arriba abajo en el medio en tu trono asegurado...en los confines del pueblo...en la cara de los niños tiernos... en el rostro acerado de tus muertos... en los ojos dormidos de los hombres al alba subiendo a los trenes, esperando el colectivo soñando de pie. Lo bueno fue enamorarse a los quince años, un éxtasis, cómo venías amado hacia mí, no me hacia falta asilo ni refugio. Mi estrella brilla para mí. El corazón se enciende en tu nombre y el viento viene y me lleva donde él quiere.Así anduve loca tras de ti hasta que dejé mi casa y fui a la tuya, me dijeron, a la de tus siervas, tus esclavas que le dicen.
- ¿Dónde vas?
Acá se pide permiso para salir. Las novicias limpian la casa, se ocupan de la ropa y la cocina en silencio. Tu único afán es cumplir la voluntad del Padre hasta ahorita no más...ayunando cuarenta veces al año y extrañando mis seres queridos no más me la paso.
-No se manda carta si antes no la lee la Madre Superiora.
Ya va a llover, la mirada se asombra, los ojos se manchan, pero la letra de protesta no aparece.
Necesito otras gargantas para que me ayuden a gritar...¿Éste es tu triunfo?
-A cultivar su fe, los sábados por la tarde al seminario de Devoto con un sanguchito de membrillo, íbamos. Hasta hoycito veo el noble membrillo y no me da comerlo.
La lluvia no alcanza a humedecer tanto páramo. Aguanto el pánico sin dejar el nido... las nubes desaparecieron, crucé el puente de aguas turbias, sigo al tesoro de mi corazón, oh. rey mío, te hallo bajo otros cielos, bajo el fuego de otro sol.                                                                                                           Te digo todavía sigo persiguiéndote luz de mi vida.

jueves, 17 de abril de 2014

La añera

De lejos es la mayor de las mujeres que se reúnen en la luminosa capilla a las tres de la tarde de los martes para rezar la coronilla a la Divina Misericordia.Viuda, libre de todo cautiverio del maridaje sueña con el que caminó sobre las aguas, clamando dulzura para el pasaje del último viaje, por la mañana adolorida, la tarde fragosa, la noche solitaria.Murmura casi bisbeando "¿cómo dirás mi nombre?, al despuntar la partida, sabés que yo tomé la iniciativa,¡ay tantas palabras para decir poco, casi solo"te quiero"!. Decires suyos son "cómo pica piedra en su tierra" para hacer Su voluntad como en el cielo segurísimo se hace y hará por sempiterno.Su voz aguda, mantiene el ritmo del golpe sobre el guijarro, la repetida letanía sigue replicando en el silencio del sagrario y en cada corazón por Él apasionado.Después, infinitamente después...

sábado, 12 de abril de 2014

En salida

En la periferia de la existencia sale sin asco a buscar a los campesinos sin campos, a las mujeres sin escuela, a los derrotados sin clandestinidad, a los oprimidos sin reino. A todos, toditos, sin nadita que quitarles.
Lo impulsa la alegría libre de no robarle a los demás. En la intimidad de la salida sueña con el canto nuevo, clama por unos compañeros resucitados en el pueblo que repartan según las necesidades de cada uno y no bla, bla bla....según las variables del mercadeo, micro y macro y bla, bla bla, y poder de compra,bla bla bla.
 Ay, solo falta que el hombrecito salga.


Hay que primerear
sí, sí, sí,
Che, Che, Che,
que feliz
que fui, fui, fui,
saber del aguante fraterno,
          del mirar atento a los frutos celestes,
          de celebrar hasta con la abuela, sin quejas ni alarmas rechinantes,
          de festejar las horas del día,
          de victorear que hay un solo corazón
           sin prisa ni pausa en este mundo de muertos.
 Y la Mujer está de pie
en el resplandor de un extraño país.
Y que se rinda tu madre
como dice el poeta.


Pido perdón

Pido perdón
por no haber visto que vivías tu vida
como niebla fina, casi azul celeste
como el sueño nublado de un fantasma inasible
como una idea azotada por todas las furias
y desnuda de todo abrazo posible.
Pido perdón
por no comprender que sentías tu sola existencia
para los demás, no para
-aunque lo desearas con desesperación -mí, no para vos.
Pido perdón
por no conocer a tiempo
 tus serios empeños por morir.
Pido perdón
por dejarte salir con la tuya
sin ni siquiera volver a avisarme.
Pido perdón por no leer tu tiempo de agonía en que me decías.
Ahora lloro.
Te veo blanca, iluminada
y allí de seguro, en una niebla negra
buscando nuestro compartido jardín,
trocado en sueño querido y más anhelado.
Pajareará tu alma con la mía
y así será nuestro tiempo frutal.
Ay, se me ha muerto Alicia,
distraída, parecía en otra cosa,
 con su lengua- pretextos de conversaciones-
descreía del contrato social proclamado.
Mujer de pie, impúdica, no pudo o no quiso
lidiar con las atrocidades de aquí.
Se ha ido mi hermanita,
hoy me visto de ella, sin vergüenzas ni mentiras.
No estaba nunca
donde debía estar...
grandísima mujereada le jugó la vida.
Ya no hablamos ni por dentro ni por fuera
ahicito nos encontraremos
respirando aire puro con nuestros pulmones
calcinados de tantos silencios.

Exilio

Ay mamita! ya estás conmigo otra vez, no necesitás anunciarte desde que fui echada a la vida..El  olor del marzo que se acaba y del otoño impostergable avanzando con la tenue llovizna y las hojas amarillentas de tilo azulverdoso llegan hasta la mesa silenciosa de la cocina. Y sí, cuando me colocan alrededor de la muñeca la cinta de papel impresa con mis datos personales en Internación, me siento cautiva, herida carne de cañón, zarandas que nos dan y ojalá hoy las niñas jueguen con muñecas y el cariñoso, venga, acompáñeme. Ajustan las cadenas errantes,  me tomo del brazo de la mujer ya conocida , después de tantos meses, cosida a pedazos a mi cuerpo y el temblor se disimula y hablamos de cómo está el tiempo afuera y de la desgracia de la pobre Nazarena.Y subimos o bajamos?, fragmentos desviados de mí.

Mano lacerante de mis venas,
golpeabas helada mis flacos brazos.
Doliente suplicaba
¡oh venas, resistid!
Habían exiliado al fuego.
Solo pavor y oscuridad.




A mi compañero

                                                                                  Al modo de Alejandra
Te pienso y te acompaño
siento tu nombre correr dentro de mi sangre
construyendo mi vida
 y la de los que amamos tanto.
Cada día amenazo a la muerte por tu nombre
velaré los días por tu requerida presencia,
Te necesito como a ninguno igual.

martes, 8 de abril de 2014

Señor de los cielos exactos

A Daniel Rolla
Señor de los cielos exactos, hacías unos pequeños soles o vulnerables gotitas de agua verdosas o prosaicas nubes espumosas en tu ángulo preferido del pizarrón histórico de la clase juvenil. Autoaprendizaje, autogestión asistida, supervivencia fríamente programada para que ningún alumno que estudiara llevara a los agobiantes turnos de las incontables mesas examinadoras las materias desaprobadas.
De ojos zarcos como el niño cautivo del Martín Fierro, el de las tolderías, mirabas a cada estudiante con el corazón, mientras con los dedos blancos de tiza te quitabas el pelo indócil de tu frente. Corregías sin descanso y no porque te creyeras el mejor, orientabas exhortando a cada quien. De andar cansino, gestos medidos, voz queda, mochila negra al hombro, y manzana verde pequeña terminada en un recreo escolar fatigabas las aulas del instituto.
Levantabas un ranchito con la piedra que otros desechaban.
Te convocamos a que salgas a la luz...
a que desembarques otra vez
 en las aulas verdes.

Palmas funerarias

La mujer llegó con palmas funerarias mecidas en sus brazos, "es para el domingo", mumuró entregando el ramo verde, lustroso y joven a la otra de negro toda con las juguetonas llaves en su mano siniestra. "Cómo relucen recién nacidas", comenta la más anciana , débil por tanta años de fatiga. Entraron a la inundada capilla los seis cuerpos murientes. La madera gastada de los bancos se duplicaba en los charcos de agua todavía limpia. Rodearon el sol del altar y en la amarilla custodia,  la mujer oscura clavó al Señor del madero, junto a la palabra de todas las palabras. En el aire había hambre de Dios. Verde, azul, rosado lucen las palmas, detrás, en la oscuridad aguardan.

domingo, 30 de marzo de 2014

El tsunami

La propuesta jugada era vivir con otros la experiencia agitadora de ser atravesados por una pared de agua borrosa y no solo quedar de pie, sino poder contarlo. Atravesaron un largo pasillo engañoso, de un lado pared lisa, blanca, casi de hospital, del otro vidrio grueso, doble que daba a un agua turbia , para arriba y para abajo. Caminaron concentrados hasta un muro de cemento que oficiaba de compuerta a la masa líquida, allí esperaron la voz impersonal que les indicaría cuando sumergirse al otro lado, y esperar a que se levantara el dique. Algunos se quedaron quietos mirando sufrir innecesariamente a sus compañeros.

Tarea inútil

Cuando intento recuperar la imagen total, ésa la de todos los días de la escuela amada, cuando quiero unir, integrar los fragmentos de los saludos tropicales, las conmemoraciones de los homínidos, los alumnitos y los mayores, las estrellas viejas, los robots, la conciencia colectiva de ciertos momentos mágicos, los mediodías calurosos ya desde la formación de bienvenida, los colmillos pidiendo sangre, de las caras cambiadas y mudas, de algunas palabras ya domesticadas sin piedad,de los vestidos ocultos debajo del uniforme reglamentario o el chicle pertinaz, los fósiles indefectiblemente con la misma planificación todos los años del Señor, de los bellos ojos sin responsabilidad alguna, de los sobrevivientes que combatían en lugar de unirse a sus próximos, de los paraísos sin perspectiva, de infinitas piezas cósmicas,  desisto por cansancio, me gana la imposibilidad de contemplar  este universo lleno de hoyos negros y de hoyos blancos. Coincido, ahora recién lo descubro, con el físico David Bohon, que es pretender ensamblar los trozos de un espejo roto y esperar hallar un reflejo fiel. Pero como soy tozuda, no me acostumbro y persigo infatigablemente esa bandada esquiva que mi memoria no logra atrapar o quizás porque después de tanto tiempo de no conformarme con lo que parece no me resigno a renunciar a esta bandera de un solo corazón, también.

Postales

Ella viene a tejer mis tardes solitarias y lo llena todo con su desgarbada figura de adolescente, estrella suave, de voz casi blanca que comenta sin filtro cada hora de clase y habemus cada colega!, y tantos chicos por aburrir y tanto corazón por subastar. Tiembla un poco cuando algo le duele hasta las vísceras, se sonrojan sus altiplanas mejillas y el gesto de sus manos parece decir que se levanten hasta los muertos, que se vayan todos,  afuera, afuera, y en esta tarde de lluvia sobre palo verde porque todavía es verano, recupero mi pretérita adolescencia y el goce inefable de dormir la siesta del primer viernes de clases.
Ayer, después de la merienda, apareció mi compañero y con un esfuerzo descomunal intentaba barrer las palabras redondas y cálidas desparramadas por el piso de la cocina, de ésas que no pueden vivir aisladas...ni escoba nueva que barra.

Fiesta de graduación

A Daniel

Desde que comenzó el año escolar empezó a soñar con otros el enorme encuentro de alumnos del último curso del secundario. Sin carne y sin heridas, ni vendas, tampoco hilo quirúrgico. Hasta el mar alumbrado de arena y espuma fueron todos, hasta la histórica Hilda, nuestra escoba fraterna. Levantaron campamento cerca del silencioso espigón, nadie mandaba a nadie, las cosas se hacían, entre chiquitos y grandes. De pie
los estudiantes a puro corazón se agruparon alrdedor del que hablaría. A la directora queremos dirigirnos, estamos disconformes con su gestión, su estilo y el de sus poco exigentes profesores, humanistas según sus dichos, para nosotros fantoches pedagógicos, con perdón de los alfajores...así una retahíla de quejas tardías y estériles... como respuesta que no deja rastro, se escucha un "con lo que teníamos hicimos lo mejor..." cerca de las olitas amanecía un nuevo día.

lunes, 24 de marzo de 2014

Tengo sed

El sol del mediodía incendia las abrasadas arenas que circundan el brocal del pozo.Más sequía necesitaba la mujer que avanzaba con lentitud. Casi con sopor la planicie sin fin arde de amor y la mujer con ella. Avanza la enamorada, su corazón tibio repica cuando ve al hombre solitario sentado en el borde del agua milenaria. Quieta espera en el aire amarillo del mediodía. Solo existen ellos dos.Titila su pecho hecho de espera y ternura.Todo se vuelve más presente en este aire fragoroso. Levanta los hombros derrotados de tanto luchar y lo mira a los ojos mientras pensaba, ya somos dos para andar por este desfiladero... Habrá que resistir, se dice y suelta el balde al pozo.

sábado, 22 de marzo de 2014

Casa mojada

La casa entera llovía, de las baldosas líquidas el secador no descansaba, no hallábamos forma, mi compañero y yo, de parar el agua. Adentro de los cuartos invadidos luchábamos pecho a pecho con- contra la intrusa, no podíamos estar juntas, afuera sí, hasta es para mí fuente de fecundidad y entrega. Como diría el maestro Saer, son diferentes contingencias.Ella espejaba las luces vacías, parecían de vidrio. Qué árido se me hace el día, reboto en el desierto plano...


Qué quiere ud.

El domingo por la tarde, en ese tiempo en el que me siento inválida y ya con la lectura me llevo a las patadas, llamo por teléfono a Teresita, mi comadre, que camina con la mano y con el tiempo ha ido perdiendo las dos piernas. La siento casi ahogada, qué te pasa , amor querido; no sé,  me contesta, con voz de polvo vencido, hace tres noches seguidas que sueño con Lalo y no puedo entender qué me pide; menos sabía yo cómo acercarle un consuelo. Las dos dábamos vueltas en una trilladora, a los tumbos por el campo agotado.Oremos, le susurré, y gracias por no dejarme afuera de tus sueños...chau, chau, te dejo y cortó.



martes, 18 de marzo de 2014

Sueño liminar

Este sueño camino de los calchaquíes, línea de piedra desesperada que recorre las montañas andinas, está al principio de todos mis sueños, de todas mis escuelas detenidas entre la noche y el amanecer, de todos los seres amados y por extrañar del olvido de tantos umbrales remotos, de tantos soles a medio dormir o despiertos a medias, de tantos paisajes de luz o en sombras, lugares recurrentes sin estaciones. Cada paraje, toldos multicolores con pañuelitos blancos grabados con el IGP en verde, rojo y amarillo. En cada lugar de roca grisácea devenían alumnos, alumnitos y su respectivo género femenino contando con su abundancia prolífica por estos lares, así luminarias destellantes, padres presentes, amigos ausentes, compañeros queridos o padecidos. Era algo así como la escuela cósmica...

miércoles, 12 de marzo de 2014

Aulas vacías

Daba a unas inmensas aulas limpias, pero sin bancos ni sillas, tampoco pizarrones o escritorio, solo armarios que ocupaban una pared guardando cosas olvidadas, algún buzo verde, un cuaderno de comunicados, cartuchera doble piso con Robocop luminoso, lápices despuntados, pinceles con cuatro pelos, alguna témpera ya casi seca, las emblemáticas tizas blancas y pocas de colores. Las ventanas con vidrios esmerilados, altas y a la calle, una puerta única comunicando a todas con un pasillo donde se escuchaban las voces de las porteras comentando las noticias de la tele mientras fregaban como animales. Buscaba un baño para ducharme, había varios, limpios, impecables, uno terminaba en una escalera caracol que bajaba a la entrada del colegio, ahí estaban sentadas unas madres esperando para pagar las cuotas. Prendidas a las paredes de los baños, cerca de los techos dormitaban unos animalejos peludos parecidos a las mancuspias cortazarianas... Busqué mis ropas, después de sacarme seis o siete prendas de arriba (pulóver, remera, musculosa, camiseta ...), al ir por el jabón, me topo con el representante legal vestido de pintor retirado
 que musita, no se preocupe, estoy revisando los pasamanos.


La inclemencia empuja

En paz estaba en la penumbra del gimnasio oceánico acostada en el suelo sobre una lona roja, junto a un niñito menudo y de ojos abiertos envuelto en varias colchitas ya medio húmedas. Adelante y atrás nuestro había largas filas con innumerables colchones, bolsas de dormir, esterillas con alumnos y alumnas que por fin se habían dormido.Cerca, a unos metros tendidos, escuchaba las voces queridas de Marcos y Pedro, los preceptores, que vigilantes y atentos comentaban sobre las paritarias docentes y con aires de adhesión al paro. Afuera solo escombros y polvo. La escuela en pie de corazón que no cesa de sangrar. Penetraban algunos destellos de los incendios callejeros.


martes, 4 de marzo de 2014

Un primer día de clases de cien años


En el patio descubierto formábamos, de a dos baldosas, casi en penumbras, entre compañeras, todas casi niñas estrenábamos nuestro primer día de colegio, con mis tripitas acalambradas, de tanto tragar saliva, con el viaje en un colectivo fantasmagórico y lleno de polvo y el beso de mamá que me había acompañado a cruzar la ruta 8.
Sin cansancio, dispuesta a conquistar otra ciudad. Así esta escuela da a otra escuela. Nada terminó, solo fluyó hasta hoy, el siglo no desemboca en parte alguna. De los laberintos se sale por arriba, me digo con Marechal, perdida me hallo en estos caminos embrollados. Quizás necesite un mirador luminoso para moler esta piedra y así disolver estas ruinas .Necesito un mar de infinitos confines.
El pecho transido en cada abrazo buscado, sin tiempo ni final...con la pollera gris de sarga tableada, 15 cm. debajo de la rodilla medida con regla, blazer al tono igual que la boina que vivía doblada en el bolsillo, medias de muselina (recién descubiertas por mí), zapatos negros acordonados, camisa blanca, con moñito sin penas azul. Todo comprado en Gatichaves, menos los zapatos y las medias.
Un 28 de febrero de 2014, el día se inundó con el recuerdo transparente de las Hermanas de la Compasión de María de San Miguel. En su colegio mi hermana y yo hicimos, parte de la primaria y secundaria, ella, secundaria, yo. Fuimos segunda promoción de Maestras Normales Nacionales.

Horizontal roto

...Los alumnos al llegar a la puerta sin nombre se detuvieron a esperarme,a modo de saludo les decía, no nos cansemos de aprender esta cosa de la convivencia... En horizontal salíamos a la luz, a cielo abierto, a un paisaje de canchas y escolares de uniformes de gimnasia jugando con seriedad y gracia pueril, criaturas vivas, una corona cósmica. Como pompas de jabón que estallan, pasaba a la sala de profesores, el bestiario catedrático. Rostros de jugadores de poker, algunos, otros con la mueca de que esto no salga de aquí, lo que hablamos. Me sentaba en un rincón a esperar el toque del timbre para abandonar esta zoología lírica. En el vano de la puerta se recorta la figura del preceptor Juan, el sargento Rossi, según los chicos, diciendo, venga, Gladys, la presentaré al curso, una extraña de mi propia casa, asombro, ese sentimiento de perplejidad no me abandona. Luego bajábamos al salón de actos. Había comenzado algo, parecía una escena teatral. Poco veía, tropezaba con los desniveles del piso, eran cuerpos en butacas oscuras, cada uno en su lugar, en silencio y sin mascar chicle...cómo habrán logrado esta disciplina sin sangre ni voces. Al terminar la obra, los estudiantes aplaudieron de espaldas al escenario. Con la luz distinguí que púas afloraban de los respaldos indiferentes...huí por una puerta que daba a un pasillo y este pasillo a otro pasillo desierto en la noche, solo Mónica y yo conversábamos sobre lo poco que cumplían con la tarea, de improviso se tira por una ventana, la veo tendida sobre el pasto húmedo, me recuesto a su lado mientras ella murmura la escuela es la escuela en un espacio hondo y liso.
Sueño con los ojos abiertos. Mi cuerpo no es estable ni seguro. No cuento ni dispongo de él  de antemano. no hallo reparo.Todo se esfuma, lo antiguo se vuelve raíz. Ella viene para estar con nosotros, como antes, cada cosa en su lugar,transcurrimos la tarde juntas. Sopla un aire de felicidad familiar.Aunque el sol de mañana no traiga nada nuevo,  necesito que vengas para que sea domingo.



lunes, 3 de marzo de 2014

Continuo

En el sueño aparecía la escuela arcaica, la de Marcos, la de Pedro y los chicos de la primera promoción de hace un cuarto encendido de siglo. Se respiraba un aire fresco y de libertad sin nombre, preparábamos una jornada con padres, cada una trabajábamos en un aula, serían los lugares de la muestra socio-comunitaria. En una, cegada por la luz, estaba Verónica, armando con buen gusto la sala de dulces y confituras italianas. Las chicas, primorosas, con delantales negros a lunares diminutos; en otra aula, Mónica con los varones memoriosos preparaban jugos, ensaladas de frutas locas y tiernas y jugos tropicales sin lamentos por muerte de amor, ni corazones partíos, venga, Gladys, pruebe y sin alcohol, qué ricos, qué entregados, me decía mientras los salvajes me miraban con afecto...Después me llamaban al patio de tierra arbolado, donde en un agujero una alumna se frotaba las piernas, temblaba y se frotaba contra las paredes del pozo.Con el corazón encogido la abrazaba, respirá hondo, tranquila, ya te sacamos. Con mi pollera la limpiamos. Con tiras de las remeras hicimos  vendas y la pusimos de pie justo cuando llegaba el preceptor diciendo la hora terminó, hay que volver a las aulas. Sin tiempo de protestas encararon para los cursos. Yo me limpiaba la tierra de los brazos y me lavaba los pies. Había perdido los zapatos en el camino.



lunes, 6 de enero de 2014

Desarmar el arbolito

Me da tristeza desarmar el arbolito, tengo que armarme de mucho coraje para podar ejecutar dicha operación. No puedo dejar de pensar en todos los manojitos de imposibles de quienes me rodean y me son conocidos...y de todo lo que traerán las aguas nuevas que empezamos a navegar. Y sí tengo miedo...
¡Ay amor cuánta zozobra me traés!... hace quince años que lo hago y no puedo sobreponerme a esta sensación de lo que todavía no pasa, de lo que no atraviesa, de lo que aún no llega. Elijo los moñitos rojos ribeteados de dorado intenso, luego las pelotitas verdes, rojas y amarillas, hay tantas cosas por soñar, mientras siento que no dejo de rodar, con sumo cuidado saco las luces que no se marchitan y mi amor tirita cuando retirando la estrella de Belén dejo el árbol desnudo de toda desnudez, vacío de todo sentido, hasta la Navidad próxima. Allí volveré a ver tu rostro todo ,en la oscuridad de la alacena esperarás mi abrazo encendido y estrecho... Dejarás de ser un mendigo desbaratado de alambre y plástico, para acompañar al
Amor que nos ha sido regalado. Así el sol de la fraternidad acompañará tanta humana precariedad. Así dispuesta para ser alistada contando con una fortaleza que no me pertenece arranco, sin que nadie me moleste... Digo muchas gracias y avanzo con los legionarios, hay que cambiar los tristes decorados y vestir todas las cosas color de primero de año. Y que la sangre corra y corra y siga corriendo este tiempo de ahora y del por venir.