miércoles, 24 de septiembre de 2014

Necochea era una fiesta

VI
Nos  pusimos la casa al hombro, buscábamos mi compañero y yo ir  como dice el CHE : por la libre, nos fuimos a vivir a Necochea y también viajamos como nuestros ancestros, pero hacia adentro de nuestro país, al sur. Así nos desgarramos con la partida hasta aquel sueño dorado de tener el trabajo y la vivienda en la playa, cerca del mar. La posibilidad se  cruzó más temprano que tarde, y Necochea fue nuestro París, un lugar donde queríamos estar, un trabajo prestigioso, un colegio alemán... Pero ese tiempo dejó de existir y hoy vivir, vivimos en San Miguel y la desesperación por construir con los jóvenes nos la brindó José C. Paz y todos los de nuestro oficio -docentes de treinta años atrás- creíamos que podíamos hacer algo. Pisamos tierra allí y descubrimos que había jóvenes que luchaban por los otros, que los chicos están vivos, resistiendo a las injusticias, haciendo, modificando esta realidad cuyas piezas rechinan para llegar hasta donde podíamos y no terminar en la derrota. Por eso ahora que realizo un ejercicio cotidiano de supervivencia se me da por sentir que el IGP era una fiesta.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Historias mínimas

IV
Ella escribe cartas porque descubrió que se puede escribir como se habla. Así lo hace con su lenguaje llano, sencillo, un poco arcaico quizás en las formas de encabezamiento, despedidas, tratamiento del interlocutor, sobre todo cuando son destinatarios relevantes. En la escritura se sostiene con su letra sin inclinaciones y redondeada con esmero. Le presta su voz a las voces silencidas de su congregación religiosa, anuncia y denuncia con valentía la maquinaria espantosa de dominación y exclusión de la que son objeto, grita a los cuatro vientos sin saber que el poder las volvió invisibles y también inaudibles. No da ni pide cuartel, sus cartas llenas de belleza y espanto no son la sal de la tierra, su palabra heroica como múltiples hilitos de sangre anda buscando una visión tan de lo alto que los hombres en la distorsión de la luz artificial no pueden ver. Acá la hermana no encuentra un lugar donde estar a salvo. Me golpea fuerte que la escritura sea su resistencia. Por eso hermana cuando te leo en silencio, mi silencio esperanzado está lleno de admiración.

V

mi historia desciende al bajo fondo
de una vida disuelta en el deber ser
así ando perdida sin poder volver
solo me recobro cuando me puedo leer
pero solo distingo algunas hebras,
una que otra manía,
y un montón de desamparados del mundo
que me sonríen
como mis más prehistóricos
antepasados
qué hacer con ellos
dónde meterlos
ay, vida
se te ven los hilos
al contraluz

Historias mínimas

                                                                                                                                                                    I                                                                                                                                                                    Trabaja incansable cada día del mes, estuca las paredes, corta el pasto, hace las compras y cuando llega el tiempo de parar con tanto cemento, tanta pala y más pincel saca sus libros donde prepara un programa nacido de su práctica y estudio y se sigue construyendo. Quién podrá darle lo que es suyo, un silencio de fracturas parte su corazón. Habrá que hacerle un lugar a lo que su sueño vislumbra.

II

Anda donde hay espacio
perdida por el día
las tareas cotidianas                                                                                                                                   ocupan sus manos
mas no su corazón
memorioso,
a veces desesperado
otras de piedra seca
ya mira el día con extrañeza
ya teme lo inesperado.
Cuando cierra sus ojos
es para latir
por su compañero.

III
Pasan los días
uno enlaza con otro
siempre a la espera
que afloje la cuerda
que no se tense aún más
y este cuerpo triste
es negro
en el blanco de la ola.

IV

Es duro sin pedir nada
regar el jardín del vecino...
Aprendo de la lluvia
da a todos por igual
puse un techo a mi casa
pero estoy empapada
de nostalgia y recuerdos.
Su corazón es viejo
como los tiempos
y cala hasta los huesos.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Sarmiento, padre del aula

No puedo dejar mis acciones en la escuela, solas, desnudas, despojadas, por eso le pongo palabras. Todavía, salgo otra vez de lo administrativo para preguntarme qué tipo de orden construíamos en ese adentro cotidiano del colegio secundario recién fundado.Y en la respuesta aparece nítida un  orden que nos sacara del caos, de la mazorca doméstica, que nos anclara en la palabra que hace, que genera transformaciones. Nos arreglábamos con lo que había, nos movíamos bien en el barro, casi mejor que en el asfalto, en lo metódico, lo reproductivo, no sabíamos de las fotocopias, solo originales. Nos ensuciábamos, pero no nos domesticaban. Teníamos mucho de maestros, más que de preceptores, de disciplinamiento. Siempre huí de los bancos atornillados al suelo, de los dispositivos de fijación y control de los cuerpos en el aula, latía por detrás de cada uno de nosotros, todos, una enorme confianza en las personas formadas por el poder de la palabra. Una certeza-pocas en verdad teníamos-demoledora nos respaldaba,la de que donde se terminan las palabras,va a venir la violencia. Había una idea de instalar una cosa, otra escuela, en lugar de la escuela, de idas y vueltas, la frontera la vivíamos como un lugar de pasaje, de vaya y venga, de comunicación. Par ir cerrando propongo un brindis para mis colegas del IGP en el mes de la educación.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Los curas no te quieren

Intentá de nuevo, fallá de nuevo,
fallá mejor,
así batalla cada día
contra el resultado adverso.
No importa la lluvia
ni el techo roto
ni el lago infatigable
de tu cocina.
Te levantas esperanzada
sin importarte
que te ignoren a muerte
cómo van a quererte
tristes funcionarios
grises piedras
de una iglesia sedienta.
¡Oh, hermana vieja!
còmo van a quererte
arregladora ninguneada
de niñitos rotos.
Pero nosotros
somos más
y juntos entraremos a la tierra.

jueves, 4 de septiembre de 2014

y yo desperté queriendo soñarla


de aquella escuela nada más queda
solo las almas ligeras                                                                                                                               de quienes formábamos, en fila,                                                                                                                 tomando distancia hasta el cuerpo de adelante
cuanta ilusión
nos encontrábamos en esa mágica rayuela
y cada corazón decía oh, oh, esplendor
qué alegría en este lugar todavía
somos vos y yo
la tierra y el cielo.

Círculo infinito

 Los días y el dolor te hacen más sensible, más lúcido y más vulnerable. En aquel tiempo en que lo  conocí no estaba enamorada, primero fue una relación de trabajo, mezcla de admiración y de leal    competencia, y ese gusto de medirse con alguien que tenía tela para cortar el vestidito de la
 nena.Como un zarpazo me inundó la desmesura de su amor,que no comenzaba ni terminaba nunca, así  me abrió la puerta de su casa y desde entonces soy un náufrago aferrado a un madero, en medio de  aguas inciertas. Es mi lámpara a sangre, cómo no voy a cantar una canción.Ay, aunque sea una solita.

martes, 2 de septiembre de 2014

La otra

Desde hacía una semana que le estaban preparando la fiesta de cumpleaños a la hermana de la congregación Auxiliares de Jesús, setenta y siete años cumplía la peregrina del barrio de la capilla de Muñoz. La capilla florida cantaba por cada uno de los presentes. Antes de la misa,la otra hermana se paró sobre la luz de los sencillos bancos de madera y a voz en cuello con su entonación guaraní dijo, con el sacerdote ya parado en el altar...                                                                                                                                                                     y por nuestro padre fundador,                                                 las hermanas Fortunata, Emeteria, María Elena Raquel, mi hermano enfermo y la unidad de la Iglesia... Estas intenciones de un solo golpe hicieron nacer las palomas en el centro de la celebración eucarística. Después con sus esperanzadores cantos,con los tres frascos de dulce casero de mamón almibarado que trajo para compartir, se dedicó a llenar de transparencia el aire.